THE DILEMMA OF SUSTAINABLE TOURISM IN SRI LANKA

Article published in ESglobal, 11/06/2018

El país se enfrenta a la disyuntiva que supone aprovechar el crecimiento económico que aporta el turismo, pero hacerlo de una manera sostenible e inclusiva. He aquí los retos a los que debe hacer frente Sri Lanka si quiere encontrar el equilibrio.

El año 2017 fue un año récord para el turismo internacional. La llegada de turistas internacionales creció de manera imparable por octavo año consecutivo con un total anual de 1.323 millones de llegadas de turistas internacionales, un 7% más que el año anterior, según refleja el informe anual de la Organización Mundial de Turismo (2017). Fueron África y Europa los continentes con el mayor crecimiento, en concreto tuvieron un incremento anual del 9% y 8%, respectivamente. Y es que hoy en día, la industria del turismo representa un 10% del PIB mundial, un 7% del comercio global y supone casi uno de cada diez puestos de trabajo.

Además 2017 fue un año especialmente importante para el sector, ya que la Asamblea General de las Naciones Unidas, lo declaró Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Lo que se tradujo en que se celebraran multitud de eventos y conferencias en todo el mundo con el objetivo de crear conciencia sobre el potencial del sector para liderar el crecimiento económico, pero de una manera socialmente inclusiva y preservando la cultura y el medio ambiente.

“Todos los días, más de 3 millones de turistas cruzan las fronteras internacionales. Cada año, casi 1.200 millones de personas viajan al exterior. El turismo se ha convertido en un pilar de las economías, un pasaporte a la prosperidad y una fuerza transformadora para mejorar millones de vidas. El mundo puede y debe aprovechar el poder del turismo mientras nos esforzamos por llevar a cabo la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Precisamente, el turismo aparece incluido de manera explícita como meta en tres de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. En el octavo (trabajo decente y crecimiento económico) cuya meta 8.9 habla del diseño e implementación de políticas que promuevan un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales”, señaló António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas. En el duodécimo (producción y consumo responsable) cuya meta 12.b resalta la importancia de “las herramientas para monitorear el impacto de ese turismo sostenible” y finalmente el décimo cuarto (vida submarina), cuya meta 14.7 destaca “los beneficios económicos obtenidos del uso sostenible de los recursos marinos obtenidos mediante la gestión sostenible de la pesca, acuicultura y el turismo”.

En definitiva, el turismo puede ser para muchos países un sector transformador, con gran potencial inclusivo de cara a reducir la pobreza y a brindar a las mujeres más oportunidades de empoderamiento en comparación con otras industrias. Sin embargo, como bien menciona la experta en turismo del Banco Interamericano de Desarrollo, Olga Gómez, “si no se hace de manera planificada, estratégicamente adecuada, poniendo el foco en preservar los recursos naturales y culturales del destino; el impacto no solo no alcanzará su potencial máximo, sino que será efímero, e incluso negativo e irreversible. El turismo se enfrenta además hoy en día a grandes retos como el cambio climático, la transformación tecnológica, la seguridad o la sostenibilidad.”  Un país que simboliza ese poder transformador de la industria turística y está en un momento clave para enfrentar esos retos y desafíos es Sri Lanka.

País de moda en el turismo global

Sri Lanka es un país insular, conocido con otros muchos nombres: Ceilán o Serendib, o algunos más elaborados como “la lágrima de la India”, “la perla del Océano Índico” o ahora apostillada como “La maravilla de Asia” por su oficina de turismo.  Es una nación multiétnica y multirreligiosa, con gran patrimonio cultural, medioambiental y paisajístico, y cuyo potencial de desarrollo turístico ha emergido enormemente gracias a que en 2009 culminó un conflicto bélico de más de 26 años que según distintos informes , mató a más de 70.000 personas y provocó el desplazamiento de cientos de miles, la mayoría de la etnia Tamil.

Imagen 1

Fuente: Sri Lanka Tourism Development Authority

La reciente seguridad, ha permitido que Sri Lanka haya pasado del medio millón de llegadas de turistas en 2009, a 2 millones en 2016, lo que supone un incremento del 400% en 7 u 8 años. El nuevo Gobierno persigue llegar a la cifra de los 4 millones en 2020. Conseguirlo sería crucial para el país ya que el turismo supone la tercera fuente de ingresos en la exportación (después de las remesas y la industria textil) y un incremento del empleo directo generado y de las divisas.

Pero, cómo destapar el potencial de ese incremento del turismo que acaba de explotar, aprovechando la inversión y el empleo que puede generar, pero a la vez conservar el medio ambiente y la sostenibilidad en la isla, ese es un gran reto para el país. En uno de sus discursos inaugurales, el primer ministro, Ramil Wickremesinghe, manifestó: “debemos de crear una industria del turismo productiva pero que no esté dirigida a los números”. Según el profesor Richard Butler, conocido por su modelo que representa el ciclo de vida del turismo, Sri Lanka se encuentra, dependiendo de la zona del país, en la etapa de exploración o de desarrollo del turismo.

Imagen 2En este punto, para el Gobierno este momento es crucial pero también una encrucijada. Por un lado, quiere aprovechar este incremento de turismo. En 2013, Lonely Planet nominó a Sri Lanka como destino número uno del mundo para visitar, y otros periódicos internacionales han puesto el foco en sus diferentes atractivos. Pero saben que esa fama es pasajera y la competencia global es tan grande que o aprovechan el empuje ahora o pueden llegar a la fase de consolidación o estancamiento sin haber podido aumentar suficientemente el número de visitantes e inversión, con la posible pérdida de beneficios que ello pueda generar. Para evitarlo las autoridades deben atraer la inversión extranjera y aumentar el área y la infraestructura turística de forma rápida para gestionar el incremento de turistas. Sin embargo, por otro lado, ese incremento acelerado podría tener un impacto negativo en las comunidades y en el medio ambiente. Un ejemplo histórico, son las playas de Unawatuna en el suroeste de la isla, y al sur de Galle (una de las ciudades históricas más visitadas). Debido al tsunami producido en 2004, una gran parte de la infraestructura hotelera quedó destruida, pero la presión por volver a recibir un gran número de llegadas permitió una construcción acelerada de hoteles sin respetar las ordenanzas locales, con el consecuente daño estético y ambiental en la zona. Rashmini Mather, la persona detrás de la visión gubernamental para el turismo en los próximos años, lo tiene claro: “el Gobierno se ha propuesto como misión ser un destino de alto valor, que aunque no esté impulsado por el volumen de llegadas, sí esté cualificado en términos de experiencias, autenticidad, diversidad, comunidad y sostenibilidad”.

¿Cómo puede ser el turismo inclusivo con las regiones más pobres de la isla?

A pesar de que Sri Lanka ha crecido económicamente durante los últimos años y es uno de los países con mejor Índice de Desarrollo Humano de Asia, las provincias afectadas por el largo conflicto, el Norte y el Este, y su población, mayoritariamente Tamil, se ha ido quedando atrás, con indicadores socioeconómicos más bajos, falta de acceso al mercado de trabajo o tasas de desempleo más altas.

La industria del turismo, con gran potencial en estas áreas posconflicto, tendría la capacidad de actuar como catalizador para su desarrollo, aumentando el empleo, reduciendo la desigualdad y en especial, fortaleciendo la reconciliación del país. Sin embargo, hasta el momento ha tenido muchas limitaciones, ¿por qué?

El modelo de turismo competitivo del investigador Brent Ritchie muestra la complejidad de la  industria del turismo, puesto que requiere muchos actores, políticas o servicios diferentes para conseguir su éxito. El primer reto sería la coordinación entre instituciones y entre las esferas administrativas nacional y local. En un país con casi 70 ministerios los retos son considerables.

La oferta y la demanda en el sector turismo en estas regiones menos desarrolladas, funciona como el huevo y la gallina, ambas se influyen entre sí y es difícil predecir cual debe ir antes. Por un lado, para que los turistas acudan a estas nuevas áreas de turismo necesitan una infraestructura y opciones de viaje, pero estás son difíciles de conseguir si no existe una demanda por parte un nuevo de turistas que crece.

¿Cuáles son las trabas?

La proliferación de plataformas tecnológicas usadas globalmente, una regulación y burocracia tradicionales y centralizadas y una cultura de la informalidad (60-80% de los negocios turísticos no están registrados) no ofrece los suficientes incentivos para la formalización de los negocios de turismo lo que les impide crecer y generar una industria más potente.

Además de la necesidad de asegurar la integridad del patrimonio medioambiental y de las playas, uno de los principales medios de vida de la población en estas regiones del país es la pesca, la cual en muchas ocasiones compite con el turismo por el mismo recurso natural. Aunque existen experiencias muy distintas, sí que a veces se han expropiado tierras de la costa a los pescadores o también las grandes inversiones les han desplazado quitándoles su lugar natural de trabajo y sin compartir con ellos los beneficios de la nueva industria. Esa falta de coordinación ha creado un estigma en el sector en el ámbito local en lugar de verse como una oportunidad de un nuevo medio de vida para los jóvenes, en un área donde el desempleo es bastante mayor que en el resto del país.

Existe poca participación de la comunidad local. Gran parte de las intervenciones turísticas se han realizado con una planificación centralizada, lo que ha provocado el fracaso de proyectos turísticos (como por ejemplo Kuchchaveli), ya que no empoderaban a las comunidades ni satisfacía ninguna de sus necesidades reales. Aún más, en un contexto donde la reconciliación posconflicto avanza lentamente y es necesaria.

Hay una carencia de mano de obra especializada en el turismo. El conflicto provocó un gran desplazamiento lo que conllevó una significativa fuga de cerebros. En la actualidad, por ejemplo, el 40% de la población tamil de Sri Lanka vive en el extranjero. Lo que también provocó que no haya hoy profesionales formados en el sector (en especial en el Norte) o que hablen una lengua extranjera como el inglés, por ejemplo. Esto ha derivado en una disyuntiva importante y que está abriendo la puerta a diferentes proyectos con distintos resultados. Por un lado, grandes hoteles se traen a su propio personal formado en otras áreas del país, más rápido y efectivo, pero que genera controversia con la comunidad local. Por otro lado, se están abriendo escuelas de turismo públicas para formación local, lo cual permite empoderar a la población tamil, pero a un ritmo más gradual lo que puede generar un retraso en la atracción de turistas y las posibles consecuencias que eso traiga en el ciclo de vida del turismo que hablamos anteriormente. La última de las soluciones ha sido crear hoteles que tengan su propia escuela de turismo en el mismo negocio, con lo cual puede emplear a personal local a la vez que formarlo.

Otro problema es la militarización. A pesar de que el conflicto terminó, ésta fue tan poderosa en esta área que ha seguido incluso aumentando en la época posconflicto. Tras la derrota de los Tigres Tamiles (LTTE), parte de sus instalaciones fueron reconvertidas en aerolíneas, hoteles y resorts, estadios de cricket, restaurantes o servicios de ferry que ahora pertenecen al Ejército militar. Para Richard Gowing, director de la Campaña por la Paz y la Justicia en Sri Lanka, “esto no sólo afecta a la competencia local en el turismo, sino también a los problemas de paz y justicia debido a la violencia estructural generada y a la falta de confianza existente, lo cual hemos denunciado  en varios medios de comunicación”.

Antes estos problemas y dadas las características del país, se han propuesto opciones como el “ecoturismo” siguiendo el afamado ejemplo de Costa Rica. Participación de la comunidad local, prácticas comerciales éticas, compromiso con la conservación ambiental y además un turismo que no requiere un gran volumen de llegadas y cuya calidad ofrece mejores salarios y condiciones (el gasto de un turista en Costa Rica es bastante mayor que en otros países similares), aunque a menor escala.  Para el éxito de Costa Rica influyó tener como cliente mayoritario a Estados Unidos y a un turista que puede pagar un sobrecoste valorando los principios del ecoturismo. Habrá que ver si ese cliente podría ser China, quién de manera fulgurante ha avanzado hasta el segundo país visitante, superando a Reino Unido y aún detrás de la India. Sin embargo, por el momento no hay muchas expectativas de que China ocupe ese lugar.

Sri Lanka se encuentra en una disyuntiva trascendental, por un lado, pretende aprovechar al máximo el crecimiento del turismo en el país y por otro, desarrollarlo de una manera sostenible e inclusiva, de acuerdo a los principios promulgados durante el año pasado, pero sin perder el tren de una industria que crece imparable a nivel global.

CAPABLE AND DIVERSE: THE SPANISH ECONOMIC COMPLEXITY

Article published by Agenda Pública, 28/05/2018

“Dime lo que sabes hacer y te diré lo que vales”. Esta frase a primera vista tan inconcreta y que fácilmente se puede escuchar en una entrevista de trabajo o en la esfera de los doctorados americanos, bien podría aplicarse para predecir el crecimiento económico de un territorio, una región o un país. O eso es al menos lo que Ricardo Hausmann y César Hidalgo, académicos de Harvard y del Massachusetts Institute of Technology (MIT), pensaron cuando comenzaron a desarrollar su teoría de la complejidad económica, hace aproximadamente una década.

Según esta teoría, la base del crecimiento económico reside en las capacidades productivas con las que cuenta un territorio para producir mayor variedad de bienes y, a la vez, productos cada vez más complejos. Estas capacidades se manifiestan a través de los productos que dicho territorio es capaz de producir y exportar de forma competitiva. De acuerdo con ello, podríamos ver que las economías más desarrolladas son las más complejas, pues son capaces de producir una gran diversidad de productos, algunos de los cuales (los complejos) están al alcance de muy pocas economías. Por su parte, las menos desarrolladas se caracterizarían por producir menos variedad de productos, que además serían mucho menos complejos.

Para entender de manera más sencilla estos conceptos, Hausmann propone una metáfora a través del juego del Scrabble (Apalabrados)Cuantas más letras (capacidades) tengamos en nuestra mano (territorio), más palabras diferentes podremos ir construyendo (variedades) y, a su vez, las palabras podrán ser más largas (productos más complejos). Por tanto, la clave del crecimiento sería el número de letras (capacidades) de que dispone un territorio para crear más y mejores productos. La facultad que tiene un territorio para ir creciendo no sólo dependería de sus propios factores (capital, trabajo e instituciones), sino de la forma en que combinara éstos para poder explotar todas las capacidades de las que dispone.

Hasta aquí muy bien, pero ¿esta idea tiene alguna relación o evidencia empírica? La respuesta es que sí. Como hemos mencionado, la complejidad económica se mide por dos factores. Por un lado, la diversidad de los productos exportados, lo cual revela las capacidades productivas de un país. Y por otro, la singularidad (ubicuidad) de los mismos respecto a las exportaciones de otros países, esto es, cómo de únicos (ubicuos) son los productos que un país produce en relación al resto de países. En la siguiente gráfica mostramos ambos factores. En el eje horizontal se observa la diversidad de los productos de la economía de cada país, y en el vertical su ubicuidad. Cuanto menor es ésta última, más únicos y exclusivos son los productos que una economía produce. Además, podemos apreciar una correlación entre ambos factores, ya que los países con una mayor diversidad también generan productos más exclusivos.

En el caso de España, observamos que está muy bien situada en cuanto a la diversidad de sus capacidades productivas, pero nuestros productos son más ubicuos de lo que le correspondería, es decir, menos exclusivos, ya que bastantes más países saben hacer lo mismo que nosotros hacemos. Dicho con otras palabras, la poca exclusividad de los bienes españoles hace que España no pueda diferenciarse del resto de países para todas las capacidades que posee.

Diversidad versus Ubicuidad de los productos de la industria española (2015)Elaboración: Borja Santos a partir de los datos del Harvard Center for International Development.

Estas dos propiedades de la capacidad productiva de un país las podemos sintetizar en un único índice, que denominaremos de complejidad económica. Lo podemos enfrentar con la renta de los países para ver si es capaz de explicar su crecimiento. La siguiente gráfica muestra tal relación para 2014, donde el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, indicador de productividad, se recoge en el eje vertical y la complejidad económica de los países en el eje horizontal. Para entender bien el gráfico, aquellos países que se sitúan por encima de la línea diagonal (de ajuste), serían los que tienen una renta mayor a la que cabría esperar de acuerdo a sus capacidades, mientras que los países situados por debajo serían los que disponen de poca renta para todas las capacidades (know-how) que poseen. De esta manera, cabe esperar que el primer grupo de países sufra una caída de su renta en los años próximos, mientras que los que estén por debajo de la línea de ajuste experimenten mayores tasas de crecimiento en el futuro.

Complejidad económica según PIB per cápita (2014)Elaboración: Borja Santos, a partir de los datos del Harvard Center for International Development.

Tal y como se puede observar, la relación entre productividad (PIB per cápita) y complejidad de los productos es bastante potente. Es esperable que países como Alemania, Japón, China e India crezcan más en el largo plazo, mientras que Grecia, Canadá, Nueva Zelanda o los países exportadores de petróleo presumiblemente crecerán poco en los próximos años, dada las menores capacidades de las que disponen. En concreto, este Índice de Complejidad Económica resulta ser un buen predictor del crecimiento dentro de 10 años. De acuerdo a las estimaciones disponibles, el país que más lo hará será la India, con un crecimiento medio del 7,6%, seguido de Indonesia y Vietnam, con tasas del 6%. China quedaría relegada a un crecimiento medio de alrededor del 5%.

En el caso de España, si analizamos su complejidad económica en relación a países con una renta per cápita similar, observamos que se encuentra por encima de lo que nos correspondería. Países con renta similar como Corea de Sur o Israel tienen un índice de complejidad mayor, lo que podría augurarles un mayor crecimiento económico futuro. Es más, cuando analizamos en la siguiente figura la evolución temporal del Ranking Global de Complejidad Económica del Centro Internacional de Harvard o del Observatorio de Complejidad económica, observamos que España está descendiendo rápidamente posiciones respecto a otros países. El índice de complejidad sufre un grave retroceso, especialmente en los últimos cinco años. ¿Qué quiere decir esto? Que o bien España ha perdido amplias capacidades productivas durante los años de la crisis (posiblemente ligadas al cierre de empresas, el deterioro de la fuerza laboral o la baja apuesta política por la innovación) o que el resto de países (incluso emergentes), están acumulando más rápidamente un mayor número de capacidades, lo que les llevará a crecer más en el futuro. En otras palabras, España puede estar perdiendo el tren del futuro.

Ranking global de Complejidad Económica (Harvard CID)

Dicho todo esto, cabe preguntarse cómo podemos ir acumulando más capacidades. Aunque la respuesta no es sencilla ni única, sí podemos dar ciertas ideas de cómo se puede favorecer tal proceso. En primer lugar, las capacidades pueden verse favorecidas mediante la innovación, pues ésta no sólo supone la generación de nuevas capacidades, sino que permite también descubrir y crear productos más singulares con los que España podría adquirir ventaja comparativa en un mayor número de sectores. En segundo lugar, la retención y atracción de talento es fundamental para poder adquirir el nuevo conocimiento necesario. Por último, no sólo necesitaríamos crear nuevas capacidades, sino aprovechar de mejor manera aquéllas de las que ya disponemos. Para ello se han de impulsar las redes de colaboración entre empresas, instituciones, trabajadores y universidades. Actualmente, existen pocas conexiones entre lo que saben desarrollar las universidades y lo que pueden requerir las empresas. Además, el rol de las Administración Pública es fundamental en la generación de capacidades, ya sea como impulsor de nuevas ideas o como agente que sirve de nexo en la generación de ventajas comparativas. Esto es, requeriríamos una actitud activa y dinámica que facilite los flujos de información entre los agentes económicos.

Actualmente vivimos una aparente recuperación económica. Hemos vuelto a jugar con alegría en la liga internacional del Scrabble, pero en vez de seguir potenciando la generación de más capacidades (letras) únicas e innovadoras, nos conformamos con poner en el tablero las letras de siempreMientras que otros países han mejorado su complejidad económica, España pierde fuelle. Nuestra incapacidad por apostar de manera decidida y estratégica por mejorar nuestro conocimiento será fundamental para nuestro crecimiento económico futuro. Ya sabes, corres el riesgo de valer poco si sólo eres capaz de hacer las cosas que todo el mundo sabe hacer.

BEST PRACTICES FOR AN IMPACT EVALUATION

Article published here, 16/05/2018

After having done an Impact Evaluation, I dared to write some reflections that I acquired during the process. This could be my humble Decalogue of lessons learned:

1.     Explain clearly to the partners the value of an impact evaluation: Sometimes, it might be only the donor claiming for an impact evaluation, and the partners might not have understood the difference between monitoring the results of the project and the value of an impact evaluation. That means the difference between monitoring outcomes (“description of the factual”) and determining (“using a counterfactual”) if the observed outcomes or effects are attributed (and how) to the intervention. To sum up, if the program or policy worked or not. In this case, it was particularly important as the project was experimenting an innovative pilot scheme, which wanted to be scaled up to other districts.

2.     Data is not clean, prepared and well-organised as it was during class-exercises: The evaluation was prepared ex-post so… do not expect wonderful randomisations, and wish that at least there is baseline data, either from primary sources or from secondary sources. Prepare yourself to spend most of your time looking for data among different websites and sources, sending many emails to counterparts or getting excels in local offices that might need time to decode.

3.     When is this the right time to do an impact evaluation? Many times, the impact evaluation starts when the logistics of the projects allow for it, not when the right moment is. Sometimes, this could be too early to capture the effect pursued by the project or too late, so other unintended effects might have interfered. It was not easy to identify in which part of that range we were.

4.     Find the right questions to answer: In my case, the client wanted to know if the program implemented had any specific effect on the informality, on the economy and on the employment. In this broad scenario, I need to be the one finding the right questions to answer, having into consideration the goal of the project, goal of your client and lastly, the data available.

5.     Find a good counterfactual: In my case, I had to compare between districts so I used a diff-in-diff to infer the program impact by comparing the pre- to post-intervention change in the outcome of interest for the “treated” district relative to the other “control” districts. So, I had to challenge different risks and assumptions to verify that I had a good counterfactual. One was the “Parallel Paths” assumption. Which basically means that without intervention, the average change in the “treated” district would represent the counterfactual. The second was to avoid “contagion”, which means that the other “control” districts might have not been affected by other interventions or effects. To find control variables that eliminate these potential effects was not easy.

6.     Plan your methods based on the “program theory”: It is worth spend time in advance understanding what the possible theories are. Those that link the intervention and the outcome. It means, constructing the causal story or causal chain from inputs to outcome, including alternative paths. Thanks to that, I was able to search more efficiently for data, to choose better the right question or to incorporate other methods to the impact evaluation. In my case I used a mixed-method approach. I used a regression-based technique (diff-in-diff) as it was not possible to use experimental techniques due to lack of randomisations at the beginning of the project and because the impact evaluation was planned ex post. Then, I added other qualitative methods that could help us to complement and explain the quantitative results. I did individual interviews, focus groups discussions, and a relatively small survey to thirty entrepreneurs. These and the literature review, helped to interpret better the results. This triangulation was useful. Otherwise, I learnt that I could fall on the “black box”, where I would find an impact but without an explanation about why.

7.     Correlation does not mean causation: Multiple factors can affect the outcomes. Isolating and accurately measuring the particular contribution of an intervention and ensuring that the causality runs from the intervention to the outcome was a challenge. First, because of lack of data, I was not able to control for some variables, and second, there might be variables I did not realise that were affecting the outcome. So it was good to spend time exploring them and write the results with precaution, establishing the association observed but warning the potential factors that might not have been possible to control for.

8.     Impact evaluation serves for lesson-learning and accountability (very useful for future scale-ups) but how to incorporate the lesson learnt in the initial project is not so easy: The results and the recommendations have been very useful for the accountability of the project and also to incorporate recommendations for future scale-up. What I saw more complicated is how to incorporate the feedback in the initial project as it was already finished. That will depend on the willingness of the implementing partners, but without resources, commitments or time allocation from the project. Some ideas could be, to incorporate the impact evaluation as part of a continuous monitor and evaluation system of the program or to include few last funds or resources for a final activity that can incorporate the recommendations of the evaluation.

9.    Learn about the local context to estimate if the same results could be applicable to another context (external validity):  During the evaluation, it was important to differentiate between the local/particular vs general factors that are influencing the impact of the program. That allowed me to estimate a better approximation of the external validity of the results. In my case, as I was an external and foreign evaluator, it was key and essential to be accompanied by another local consultant who was providing comments about the local context.

10.  Yout ethics will be tested: This is a final key aspect. Sometimes, the results of your impact evaluation might not give positive results or might even be negative. In many cases, either your client or some of the partners might be interested in having some positive results as they invested a lot of resources and they might be interested in having scale-up projects. As a professional, you need to be prepared, to be honest with your results. then I learned a couple of things. First, if you are using a mixed-method approach, you will be getting some hints and results that can be shared with stakeholders from the beginning, do not wait until the end to share your results. And second, a negative result is not bad, if you were able to identify the reasons why, so you can provide explanations and recommendations that can improve future interventions.

Hopefully, these reflections are useful for others and I can improve them in the future.

@borjamonde

BLOCKCHAIN: TRANSFORMING THE FUTURE FABRIC OF THE SOCIAL SECTOR

Published by El País and the IE School of International Relations, 22/02/2018

Since Satoshi Nakamoto first published his research on the chain linkage system under which bitcoin operates in 2008, news about blockchain technology has become a frequently discussed topic, not only because of the rise of new cryptocurrencies or the interest of large companies that are working in the financial sector, telecommunications or insurers, but rather for the multitude of possibilities that it introduces to the social, public or development cooperation.

On the 24th of January, at the BBVA Open Space in Madrid, the company COMGO, together with organisations such as itwillbe, Cáritas, IBM, the Botín Foundation or the Spanish Association of Foundations showed a series of prototypes that implement blockchain technology. With it, such companies are aiming to provide increased transparency and participation in their processes in development programs or in current social challenges in the Spanish panorama.This was yet another example on a long list of possible applications of such technology. UNICEF, for one, has opened a call for blockchain start-ups that are oriented towards vulnerable children. Another example is a pilot conducted by the United Nations World Food Program, where the organization provided refugees in Jordan with food vouchers which they could then trade at selected markets. The platform successfully recoded and authenticated transfers for about 10,500 individuals.

Blockchain is a distributed database that works as a large registry tailored for recording transactions and data that is stored securely without a mediator. The technology allows to keep a copy of the data and details of both sides of the transaction so that the blocks of each operation are linked together with a form of security that can neither be deleted nor modified. In any system where a form of exchange exists, blockchain technology can improve its transparency and traceability.

It then naturally follows that this technology could have a transformative impact on sectors such as development cooperation, the collaborative economy, public administration, and -if utilized innovatively- in the Spanish context. Jamie Berrocal, IBM expert in blockchain states that “The relationships between people or entities in these platforms have an increased reliability between the parties involved. Intermediaries are avoided and collaborations once unthinkable are generated.” Paul Lamb compares it with the impact he had back in the day on the internet, but while with the internet information is shared, with blockchain, value is exchanged.

One of the experimental pilot projects was presented by the NGO itwillbe, in which they developed an internal system where they can immediately audit any transaction your organization makes to their projects in India. For security purposes, only involved parties can have access to who sends and receives the money. In that, encryption is yet another one of its characteristics. “All participants, donors or beneficiaries, are identified and can validate their transactions. This makes it possible to guarantee that the money reaches those for whom it is destined.” explains Arancha Martínez, founder of the organization. This new level of transparency could potentially become especially important for the sector where, according to the former United Nations Secretary Ban Ki-moon, 30% of aid did not reach its destination due to corruption or due to problems of accountability or transparency. “For us, it’s a display of confidence that everyone involved in the project has the same information. In this way, people can also participate in the impact made,” said Natalie Peiro, general secretary of Caritas Spain.

Traceability also allows for numerous other applications. Amongst those presented in Madrid was blockchain’s applications in the food sector where it is hoping to improve the supervision of the food chain. Also, the pharmaceutical sector is looking to utilize it to improve vigilance in the production and distribution of medicine. Another interesting project is that of Cortex, which aims to help individuals maintain their academic backgrounds. The project was inspired by refugees, who are often forced to leave their certificates once they flee. The solution for Cortex was to shift the paradigm from a system based on papers to one that is based on a universal database that demonstrates the academics of individuals at all times and places.

Many of these projects are still new and are maturing in a market that still needs more regulation and development. For Manuel Hurtado, co-founder of COMGO and former student of MIT-Fintech, these pilots experiences will multiply their impact once they converge with other high-growth technologies, such as Artificial Intelligence, the Internet of things or big data.

These innovative initiatives have been developed with the collaboration of NGOs, private companies and other organizations or foundations. They could become yet another example of the so-called virtuous cycle.  However, one of the key questions is if the public administration has the capacity to ensure that it is keeping up with new advances in social innovation.

We know that many readers will think that before the application of such technology takes place, a change of cultural and institutional paradigm would be necessary. However, an open, innovative and transformative way of thinking is the only prerequisite for such a shift in transparency, data traceability and improvements in public management. Hopefully, with this premise, blockchain is the technology that not only opens the doors for a new form of currency, but rather also of improvements in administrative processes, in international development programs and in our social economy.

THE GOVERNMENTS CAPABILITIES AND THEIR COMMON TRAPS

Publicado por Agenda Pública, 06/02/2018

“Cuando leyeron nuestra propuesta de posibles reformas para el país, nuestra contraparte en el gobierno sacó un documento de hace dos décadas. Las recomendaciones que les hicimos hace veinte años eran prácticamente las mismas que las de ahora. El problema no es tanto qué políticas hacer, sino cómo llevarlas a cabo.”  Esta era la anécdota que contaba un alto cargo de un organismo internacional en una charla hace unos meses. Coincidía en su análisis con los funcionarios y expertos en muchos países en desarrollo, cansados de recibir análisis exhaustivos de qué es lo que tienen que hacer (probablemente ya lo saben), y ansiosos por entender mejor el cómo tienen que hacerlo.

En el ámbito del desarrollo internacional se utilizan habitualmente dos “comodines” cuando una política o recomendación no tiene los resultados esperados: “es que falta voluntad política” o “no hay capacidad en el gobierno”. Gracias a esos dos escudos sobre los que se han parapetado muchos, se siguen repitiendo documentos estratégicos idénticos – y no sólo en países en desarrollo. En un intento por desentrañar aún más la caja negra de las políticas públicas, hoy hablamos de un tema crucial para todos aquellos interesados en la implementación de las políticas públicas: la capacidad de las instituciones.

Las actividades de fortalecimiento de capacidades (capacity building) tampoco son nuevas, pero sus éxitos han sido relativos. Peor aún, muchos países quedan atrapados en lo que Pritchett, Andrews y Woolcock llaman la “trampa de capacidades”: la situación de muchos países, cuyos gobiernos tienen una capacidad limitada y que no mejora pese a innumerables esfuerzos de reforma. Estos autores encuentran dos razones principales para explicar por qué, pese a décadas de proyectos de desarrollo, la capacidad de los países no mejora.

La primera es el mimetismo o imitación isomórfica. Inicialmente introducido en la estrategia organizacional por DiMaggio y Powell, hace referencia a la aceptación de “buenas prácticas” o de modelos adoptados del exterior. Aunque se busca intentar aprender de los éxitos, muchas veces lo que funciona en otros países no tiene el impacto previsto. Lo grave, sin embargo, es que se adoptan formas cosméticas que en muchos casos lo único que consiguen es camuflar la ineficacia de la organización o la administración pública. Se produce un desajuste que además hace persistir las carencias. Por ejemplo, en muchos países se presume de ventanilla única, aunque la realidad – como ya bien visualizaron Goscinny y Uderzo – puede ser bien diferente.

En segundo lugar, esta trampa de capacidades se produce cuando se les pide a las organizaciones o instituciones que realicen tareas demasiado complejas de manera prematura, lo que produce carencias en la implementación de políticas. En Etiopía, por ejemplo, el gobierno aprobó planes quinquenales de desarrollo muy ambiciosos con el objetivo de transformar al país en renta media en 2025. En ocasiones, los representantes oficiales a nivel distrital sentían la tentación de modificar algunos indicadores para aparentar un simulado progreso que en realidad necesitaba mayor tiempo y capacidades para que las políticas públicas tuvieran el efecto esperado. Esto en realidad podía perjudicar posibles mejoras en el largo plazo, ya que dicha falsa apariencia dificultaba mejorar su rendimiento real y la adecuada identificación de necesidades.

Estas ideas de Pritchett, Andrews y Woolcock nos ayudan a entender estrategias que pueden perpetuar la trampa de las capacidades, pero seguimos teniendo dificultades para saber cómo reforzar las capacidades. Algo, como hemos dicho, en el centro de los debates sobre políticas públicas.

Lo primero que hace falta para avanzar en este debate es aterrizar mejor el concepto de “capacidad”. Generalmente, se ha entendido que una administración pública capaz es aquella que cumple su función desarrollando con efectividad y eficiencia las competencias asignadas, que selecciona y promueve con base en méritos, que es independiente del poder político, que defiende el interés general y que realiza su actividad de acuerdo a las leyes y al conocimiento técnico. Sin embargo, el que existan leyes o políticas públicas que se refieran a estas condiciones (selección por oposición, normas sobre contratación pública, etc.) no significa que una burocracia vaya ser más capaz. Un problema que conocen bien los que han intentado medir la capacidad y la calidad de las burocracias en el mundo.

Uno de los esfuerzos más interesantes para medir la calidad del gobierno es el desarrollado por el Quality of Government Institute de la Universidad de Goteburgo, que creó una base de datos con 2.500 variables de más de 100 fuentes. Pese a este titánico esfuerzo, las variables y la información disponible no llegan a aterrizar lo suficiente como para entender si una determinada administración u organización pública es capaz o no de implementar políticas públicas. El principal problema es que, tanto desde el punto de vista conceptual como de recogida de datos, las variables utilizadas lo son a nivel de país. En un intento por profundizar en ese nivel intermedio, el reciente trabajo de Howlett, Ramesh y Xun indaga en el concepto de capacidad para formular políticas públicas, que comprende tres tipos de capacidades: analítica, gerencial y política. Todas ellas operan a nivel individual y organizativo, pero también sistémico.

Este trabajo apunta a un concepto de las capacidades que nos puede ayudar a entender mejor las organizaciones, y a identificar dónde y cómo fortalecer sus capacidades. Un enfoque menos centrado en modelos y buenas prácticas, y más en los comportamientos de los profesionales derivados de los mecanismos institucionales – formales e informales- de las organizaciones de las que son miembros. Este enfoque pone el énfasis en la experimentación, la colaboración, el análisis de contexto y la medición iterativa de los avances en el proceso de implementación, así como en las capacidades que se van fortaleciendo en esos procesos.

En nuestro trabajo tanto con Jorrit de Jong y Quinton Mayne como con Matt Andrews en la Harvard Kennedy School, tratamos de identificar las capacidades claves para que las organizaciones públicas sean efectivas. Entre estas, la colaboración entre organizaciones públicas, así como con entidades no gubernamentales cobra especial relevancia.

Todo esto puede parecer algo abstracto, pero creemos que es un cambio de paradigma fundamental a la hora de repensar los pilares básicos de la administración pública. Repensar nuestras organizaciones públicas implica por tanto adaptar las habilidades de las personas y los diseños institucionales a un entorno cambiante y desafiante. La alternativa será seguir archivando sesudos informes de expertos para que acumulen polvo, hasta que les reemplace el siguiente.

THE BIKE AND THE CITY

“Eh, tú, el de la bici, podrías apartarte un poco, ¿no?” – Ayer fue la tercera vez que me dicen eso mientras circulaba con mi bicicleta por una calle de Madrid.

Tengo la inmensa suerte que viviendo en el centro me puedo mover con ella a la mayoría de las reuniones que tengo (siempre que no sean muy lejos). Llevo seis meses circulando casi todos los días con ella, y aunque no existe una infraestructura como tal, el símbolo de la bicicleta está pintado en la mayoría de las vías lo cual ayuda a visibilizarnos. Intento ir por esos carriles algo escorado, y en general, siempre hay una buena convivencia con el resto de medios de transporte. Pero Madrid es muy grande, y somos muchos circulando, y cuando ayer escuché de nuevo ese comentario, pensé en qué pasaría si como ciclista cada vez que paro en un semáforo y dijera a mi alrededor:

  • “Eh, el de la camioneta, la hilera de humo que llevas detrás, te la podrías ahorrar, ¿no? Me estás arruinando los pulmones…”
  • “Eh, tú, el de la moto, vale ya de hacer ruido, ¿no? Vaya concierto que estáis dando a la salida de cada semáforo…”
  • “Eh, tú, el del coche, ¿no te das cuenta que ocupas mucha vía pública para transportar una sola persona? Vaya atasco que generas…”

Los ciclistas ni contaminamos, ni hacemos ruido, ocupamos poco espacio… mientras que nos arriesgamos continuamente con las externalidades negativas que producen el resto de vehículos en la carretera. Sin embargo, jamás me pararía a hacerles esas preguntas, más que nada porque moverme en la ciudad con la bicicleta me hace muy feliz y genera muy “buen rollo”. Con esa energía positiva sobre las dos ruedas lo único que se me ocurriría decirles es:

@borjamonde

FOUR PRIORITIES TO AVOID MORE NATURAL DISASTERS

Published by ES Global, 13/10/2017

He aquí una serie de recomendaciones que marcan el futuro de la gestión del riesgo desastres para los próximos años.

El año 2017 está quedando marcado por el impacto de algunos desastres y su alto seguimiento mediático. Los huracanes Harvey, Irma y María; las consecuentes lluvias torrenciales en el Caribe y en América del Norte o el grave terremoto en México han provocado pérdidas económicas que causan escalofríos (sólo en Estados Unidos se estiman en decenas de miles de millones de dólares). Aun así, los efectos de los desastres a escala global han sido mucho mayores incluso de lo que el filtro mediático nos hace llegar.

Las lluvias en el sur de Asia han causado más de 1000 muertes, y al menos 41 millones de personas se han visto afectadas en Bangladesh, India y Nepal por las inundaciones o los deslizamientos de tierra. Las mismas causas se han llevado este año la vida de cientos de personas en Sierra LeonaColombiaSri LankaPerúChinaZimbabue. Miles de millones de dólares en pérdidas económicas y cientos de miles de personas afectadas, según la web de seguimiento de desastres Reliefweb.

Pero lo peor de este diagnóstico es que estas cifras sólo constituyen una parte del efecto producido por amenazas de tipo rápido, pero hay un efecto por aquellas de tipo lento que va mucho más allá de lo que se recibe en la inmediatez de la noticia diaria. En África subsahariana y durante 2016 y 2017, el fenómeno del Niño y la alta variabilidad en la estacionalidad de las lluvias han provocado sequías severas en multitud de países: millones de personas en Burundi, Etiopía, Kenia, Malaui, Somalia, Sudán o Zimbabue están en crisis de inseguridad alimentaria y necesitan ayuda humanitaria.

Según datos de Naciones Unidas, la vulnerabilidad y exposición a amenazas naturales ha causado en los últimos veinte años que 1,35 millones de personas hayan perdido sus vidas y 4.000 millones de personas hayan tenido que desplazarse. Y los efectos económicos y de mortalidad producidos por los desastres no paran de crecer, bien por causas procedentes del cambio climático o bien por el rápido crecimiento urbano global que incrementa la exposición de la población a los mismos. Además, los efectos y pérdidas suelen afectar de manera desproporcionado a la población pobre, cuya capacidad para hacer frente a estas situaciones es más reducida.

Los desastres suelen etiquetarse por error como naturales lo que nos induce a pensar que no tenemos una responsabilidad activa sobre sus efectos. Fenómenos naturales han ocurrido siempre, pero ha sido la intervención humana la que a través de un desarrollo, en muchos casos nada sostenible, exacerba su exposición a los mismos e incrementa la vulnerabilidad social, económica y ambiental hacia ellos. Construcciones en las laderas de un volcán o sin las condiciones mínimas para resistir actividades sísmicas; intervenciones urbanísticas que incrementan el riesgo de los deslizamientos de tierra o inundaciones, la influencia del cambio climático en la variación estacional de las lluvias en África subsahariana o en la generación de lluvias torrenciales y huracanes en el Caribe.

A pesar de la incertidumbre o espontaneidad de muchos de estos eventos, los daños que estos causan pueden minimizarse. Es por ello que, en 2009,  la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 13 de octubre como el Día Internacional para la reducción de los desastres con el objetivo de concienciar a los Gobiernos y a las personas para que tomen medidas encaminadas a reducir el riesgo, a través de actividades de prevención, mitigación o preparación.

En la esfera global, los gobiernos establecieron una hoja de ruta inicial con el Marco de Acción de Hyogo (2005-2015) y actualmente, es el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres el que marca las prioridades y acciones que se deben tomar durante los próximos 15 años  (2015-2030).  Las buenas noticias son que la innovación y las acciones del sector público y privado están permitiendo nuevas medidas de cara a la reducción del riesgo de desastres. ¿Cuáles son algunas de esas medidas de acuerdo a las prioridades del Marco de Sendai?

 

Prioridad 1: comprender el riesgo de los desastres

Cuatro prioridades para evitar más desastres naturales

Voluntarios buscando a personas entre los escombros de los derrumbamientos causados tras un terremoto en México. (Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images)

Conocer las dimensiones de vulnerabilidad, capacidad, grado de exposición de las personas y bienes o las características de las amenazas y el entorno es fundamental de cara a la prevención del riesgo. Por ejemplo, desde el lado institucional, países como Etiopía desarrollaron un mapa de riesgo por distritos (“WeredaDisasterRiskProfile”) entrevistando a 400 familias en cada uno de los más de 700 municipios del país para conocer las características de las diferentes dimensiones. La innovación y la tecnología han permitido un gran abanico de posibilidades y avances a este respecto. La Iniciativa Global Pulse ha promovido multitud de proyectos que aprovechan el potencial de las aplicaciones sobre big data o machine learning. Por ejemplo, plataformas como CycloMon, que usan información satelital mezclada con información de las redes sociales para conocer mejor el riesgo y el impacto de los ciclones sobre los comportamientos de las comunidades.

 

Prioridad 2: fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres

Para políticos y gobernantes, la gestión del riesgo de desastres no genera votos. ¿Por qué? Porque el impacto de cualquier intervención puede no hacerse visible si no se materializa ninguna amenaza natural durante su mandato, o si esto ocurriera, la población puede no percatarse de que los daños producidos se minimizaron gracias a dichas intervenciones. Más complicado aún es en países en desarrollo, donde los presupuestos son más limitados. Por ello, es difícil de abogar por políticas adecuadas y por la inversión de presupuestos. En consecuencia, el fortalecimiento de la coordinación y la planificación mundial, nacional y local es fundamental para la aplicación de instrumentos pertinentes y de su priorización en las políticas de desarrollo.

Fortalecer la resiliencia de las comunidades y los gobiernos es transversal a cualquier acción. Esto ha representado complicaciones también a los donantes, influyendo en no poder contar con un claro y sostenible apoyo al fortalecimiento de la gestión del riesgo de desastres. La cooperación española ha debatido durante años dónde situar la  mejora de la resiliencia, bien en sus fondos humanitarios, o bien en los de desarrollo. Actualmente, la escasez de fondos hace que estos debates hayan también perdido su relevancia.

 

Prioridad 3: invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia

Cuatro prioridades para evitar más desastres naturales

Voluntarios revisan los daños causados por un desprendimiento de tierra en Freetown, Sierra Leona. (Seyllou/AFP/Getty Images)

Mientras trabajaba en Etiopía durante una emergencia humanitaria, un compañero me contó la siguiente metáfora. Cuando una rana salta a un cubo de agua hirviendo, automáticamente sale del cubo porque teme quemarse. Sin embargo, si la rana entra en el cubo cuando el agua está tibia se quedará allí, incluso cuando el agua se calienta poco a poco hasta que comienza a hervir.  Esta metáfora permite hacer una analogía del marco de pensamiento conservador que individuos e instituciones tienen a la hora de actuar e invertir en la reducción del riesgo de desastres.

Hay iniciativas que buscan luchar contra esa dinámica mediante seguros económicos. En la esfera nacional y regional, es el caso del “AfricanRiskCapacity” (ARC), iniciativa liderada por la Unión Africana y apoyada por distintos donantes que permite a los países tener fondos de contingencia unidos a sistemas de alerta temprana para poder actuar con anticipación a potenciales amenazas de tipo climático. En lo que se refiere al coste-beneficio, según una investigación de la universidad de Oxford, la inversión de 1 dólar en una aseguradora como ARC permite ahorrar 4,4 dólares una vez ocurrido el desastre.

En el ámbito comunitario, el Programa Mundial de Alimentos y Oxfam crearon una iniciativa (R4 Rural Resilience Initiative) con los respectivos gobiernos locales de distintos países de África, para que los pequeños agricultores puedan tener seguros (bajos) que se activan cuando las lluvias modifican su tradicional estacionalidad y como consecuencia arruinan sus cosechas. De esta manera, no pierden su beneficio y evitan caer de nuevo en la conocida trampa de la pobreza.

 

Prioridad 4: aumentar la preparación para casos de desastre para dar una respuesta eficaz y para reconstruir mejor en los ámbitos de la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción

Los efectos de los desastres son más devastadores en el ámbito local, y son los gobiernos municipales y regionales los que deben trabajar urgentemente en la preparación y respuesta a las catástrofes. Las alianzas público-privadas y la innovación tecnológica están también apoyando. Es el caso de la compañía Facebook, que lanzó una iniciativa para ilustrar “mapas de desastre” donde pueda percibirse la densidad de ubicación (donde la gente ha estado antes, durante y después del desastre), mapas de movimiento (ofreciendo patrones de movimiento entre lugares) y mapas de verificación o seguridad (donde los usuarios se marcan como seguros para notificar a amigos y familiares que se encuentran a salvo).

Por último, es fundamental estar preparado para la recuperación y la reconstrucción. Es por ello que la Unión Europea, el Banco Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desarrollaron una metodología para detectar los daños y las necesidades después de un desastre. Esto es muy importante, primero para poder estimar los presupuestos y la ayuda necesaria para que la población pueda recuperarse lo antes posible, y segundo para cuantificar el alto impacto de los desastres y dar énfasis en el coste-beneficio que conlleva la reducción del riesgo de desastres.

Estas son las prioridades fundamentales del Marco de Sendai que tanto gobiernos locales y nacionales, la comunidad internacional y la esfera privada tienen que tomarse muy en serio. Los eventos producidos este año son evidentes señales de alarma a lo que el cambio climático y nuestros modelos de desarrollo nos están exponiendo. Acuérdense como acababa la rana en el cubo de agua. Pongamos freno al calentamiento global antes de que sea demasiado tarde.

A SYMPHONIC ORCHESTRA IN ETHIOPIA

Publicación en el País, 10/11/2013

A mitad de octubre se escucharon en Addis Abeba los sonidos inusuales de una orquesta sinfónica formada íntegramente por músicos etíopes.Estudiantes y profesores del conservatorio profesional de música (Yared Music School), única escuela oficial de nivel superior en el país, tocaron en el Teatro Nacional bajo la batuta de la española Silvia Sanz.

 

Gracias a una iniciativa de la embajada española, se celebró por segundo año consecutivo este concierto para el que la directora permanente de la Orquesta Metropolitana de Madrid estuvo trabajando durante una semana con los músicos. Interpretaron un programa clásico en el que se mezclaban obras de autores españoles con compositores etíopes. Una iniciativa única, como citaba el antiguo director del conservatorio,Tadele Tilahun“No se celebraba unconcierto de orquesta sinfónica formada por músicos etíopes desde los últimos treinta o cuarenta años, remontándose a los tiempos del emperador Haile Selassie. Y quizá sea también una iniciativa única a ojos occidentales, acostumbrados a tener otras noticias de lo que ocurre en un país africano como Etiopía.

Alejandro Vivas, compositor español, ha compuesto una obra dedicada a la Yared Music School
 La música de ambos países llenó como pocas veces el Teatro Nacional de Addis Abeba. Como comentaba la propia Silvia Sanz: “Ambas no son tan lejanas, el ritmo tiene mucha importancia”. Según Aklilu Zewdle, veterano clarinetista del conservatorio, “la española ha sido un descubrimiento muy positivo; música de un país del que sólo había oído principalmente hablar por las corridas, los encierros o la fiesta de la tomatina. Etiopía necesita tener una orquesta sinfónica para tocar no sólo las obras clásicas occidentales como las de Mozart o Schubert sino para poder tocar la propia música etíope, ya sea de nuevos compositores o adaptaciones de antiguas piezas, en forma de orquesta sinfónica”.

Un ejemplo podría ser la música tradicional pentatónica etíope que autores como Mulatu Astatke transformaron y llevaron a la fama internacional a través del género conocido como ethio-jazz. La sociedad etíope presume siempre orgullosa de su cultura y sus tradiciones, quizá fuera una de las razones por las que los músicos del conservatorio pidieron introducir en el programa el estreno de dos obras de compositores nacionales. Para Zewdle: “En Etiopía la gente aprecia mucho la música. Existen compositores aquí que están intentándolo y hay que darlos a conocer”.

Sin embargo, a pesar del éxito de este concierto la continuidad regular de unaorquestasinfónica etíopeno es fácil por distintos factores. TewodroNegash, joven flautista recién salido del conservatorio, nos cuenta cómo fue su educación en la YaredMusicSchool, fundada en los años cuarenta y ahora parte de la Universidad de Addis Abeba: “El conservatorio se comienza cuando se termina la educación secundariaA mi me gustaba la música porque desde joven veía en la televisión etíope los conciertode orquesta dirigidos por el compositor griegoYanniEn mi caso, comencé a estudiar flauta a los 19 años y completé los cinco años oficiales que dura el conservatorio”.

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Para Silvia Sanz (en la imagen) la tardanza en el comienzo de la educación musical es uno de los problemas clave en Etiopía: “En España pongo mucho énfasis en trabajar la educación musical desde muy niño, tienen que divertirse y disfrutar con la música desde muy jóvenes. Hay que conseguir atraerles. En Etiopía, es increíble que empiecen a los 17 o 18 años ya que, entre otras cosas, los músculos o la anatomía ya están formados y es más difícil que puedan adaptarse al instrumento”. Para Aklilu Zewdie (el clarinetista, en la imagen) esta tardanza se debe a un problema económico:“En mi caso, como en el de muchos de misveteranos compañeros profesores en el conservatorio,fui becado en mi juventud para estudiar música en los países soviéticos pero hoy en día la educación musical es muy caraAbenezer Machlot, contrabajista de la orquesta, tiene 21 años y se encuentra en su tercer año. Él nos describe unode los porqués: “La educación musical es cara. Muchos instrumentos son inaccesibles económicamente, ni siquiera se encuentran en el país, por eso solo pueden ser adquiridos por la escuela. Cuando acudimos al conservatorio, los tomamos prestados del almacén para poder ensayar. Muy poca gente puede permitirse tener el instrumento en casa. Lo mismo pasa con la matrícula. Los cinco años de estudio cuestan un total de 25.000 birrs (aproximadamente mil euros) que son inicialmente pagados por el Gobierno. Al acabar pueden ser devueltos bien a través de dos años de servicios sociales o bien descontando un porcentaje del sueldo hasta pagar la cantidad obtenida”.

Para Abenezer, la semana de ensayos con Silvia marcan un antes y un después durante el año. “Silvia tiene una experiencia que ningún profesor podría transmitirnos a la hora de dirigir. Nos enseña no solo a tocar las notas sino a interpretar la música, los signos, las expresiones de la dinámica y sabe cómo organizar una orquesta. Nos enseña la disciplina de tener que estudiar individualmente, de concentrarnos en nuestro estudio”.

Para ella no es la primera experiencia similar, ya que también dirigió la orquesta sinfónica juvenilde El Salvador, aunque con diferencias: “En Salvador los jóvenes tenían más confianza a la hora de tocar, aquí necesitan una palmada en la espalda, tienen menos oportunidades y eso se nota. Necesitan demostrarse a sí mismos que pueden tocar ante el público. Quizá por ello Silvia decidió dirigir uno de sus ensayos al aire libre a la entrada del conservatorio, donde la multitud etíope, siempre presente en la calle se detenía y presenciaba atónita una agrupación de instrumentos desconocidos para ellos. Como indica el compositor y crítico musical Robin Maconie “El auditivo es el único sentido al que el ser humano no puede sustraerse”. Silvia nos destaca además otras singularidadesde su experiencia: “Las diferencias entre el hombre y la mujer se hacen también evidentes en ciertos momentos. El hecho de que una mujer esté dirigiendo a la orquesta, incomoda a ciertos hombres. Esto le puede afectar aún más a la concertino, que en este concierto es una joven etíope, y que necesita el convencimiento y el apoyo para tirar la orquesta hacia delante con convicción y sin complejos”.

Abenezer Manchlot

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Tewodros Negash

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Abraham

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A pesar de todo, la mayoría de estudiantes y músicos de la orquesta pareceganarse la vida con la música. Es el caso de Aklilu o de Tewodros, que compaginan la actividad de profesorado tocando en hoteles o salas de concierto respectivamente (Ashenazy Chamber Orquestra). Además, los sueños de los estudiantes se hacen presentes en sus ojos como los de Abenezer, que a pesar de tener dos años más de estudio por delante tiene claros sus objetivos: “Me gustaría ser profesor de música y tocar el contrabajo en una orquesta de jazz. Pero sobretodo, me encantaría componer mi propia música y que mis arreglossobre composiciones etíopes pudieran ser tocados por una gran banda orquestal.

Al finalizar el concierto y euna de las numerosas propinas requeridas por el público, un “Olééééée” cantado por la orquesta y animado por Silvia inundó el auditorio y estimuló los aplausos del publico etíope entregado, aplausos que avivaron la llama de los músicos de la orquesta… ¡la orquesta sinfónica de Etiopía!

INTERVIEW HARVARD KENNEDY SCHOOL

Much of the world has already met Borja Santos MPA/ID 2017, but the Spanish native is now set to embark on the next chapter in his remarkable life – one that will likely take him to many more exciting and different places. Santos, who pursued his undergraduate studies in Spain and Germany and began his career as a telecom engineer in the private sector, is now fully committed to public service to make an impact on government, policy and people’s lives.

 

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MENTORING NETWORKS FOR TALENT CIRCULATION

Publicado por ES Global, 28/07/2017

Las redes internacionales de colaboración y asesoramiento se posicionan como una de las mejores opciones para gestionar el talento español en el extranjero y frenar la fuga de cerebros. 

La fuga de cerebros se ha convertido en un tema prioritario en la agenda de muchos países, especialmente de la Unión Europea, desde la crisis económica del 2008. En España, se empezó a ver la necesidad de nuevas políticas migratorias para la diáspora española. Dadas las dificultades económicas del país y un mundo laboral marcado por la mayor movilidad, se comenzaron a debatir iniciativas no necesariamente orientadas al retorno físico de las personas emigradas, sino a una transferencia de conocimiento a través de la circulación del talento. Así han surgido, entre otros, artículos en prensa como el de Fernando Fernández-Monge, conferencias organizadas por estudiantes españoles en universidades como Harvard o análisis más sosegados como el de Diego Rubio. Este espacio en esglobales también una consecuencia más de todo ello.

Fruto de la dispersión de españoles en el extranjero se ha dado lugar al asociacionismo y al establecimiento de redes en distintos países. Las más representativas y fructíferas hasta el momento han sido sin duda las de científicos y como ejemplo tenemos asociaciones en Estados Unidos (ECUSA), Reino Unido (SRUK/CERU), Alemania (CERFA) y otros países. Pero hay también otros ámbitos, como Spanish Global Professionals Network para organismos internacionales, organizaciones de estudiantes universitarios en Estados Unidos como Harvard Spain o el HKS Spain Caucus o el propio esglobal a través de su red Talento Móvil en linkedin.

Todas esas redes agrupan a españoles muy cualificados, que de manera voluntaria o no, han desarrollado parte de su talento en el exterior. Ellos mejor que nadie saben que en España hay jóvenes con mucho potencial pero que, en muchos casos, necesitan especializarse en sitios concretos del extranjero donde se encuentran los mejores profesionales de determinado sector. Por ello, la labor de estas redes de asesorar a las futuras generaciones tiene un gran valor para su sociedad de origen.

La Fundación Norteamericana IMFAHE(International Mentoring Foundation for the Advancement of Higher Education) actúa en este sentido y se ha sumado al cambio, proponiendo redes activas de colaboración y educación a nivel mundial en diferentes ámbitos del conocimiento. IMFAHE ha creado una plataforma multidisciplinar mundial en el ámbito de la biomedicina, ingeniería y economía/empresariales, que engloba profesionales españoles afiliados a las universidades y compañías más prestigiosas del mundo, como la Universidad de Stanford, Princeton, Harvard, MIT, Max Plank, Google o Amadeus entre otras. Estos profesionales son devueltos de forma intelectual a su país de origen –España en este caso-, para que, con sus conocimientos y experiencia, guíen a las siguientes generaciones de estudiantes, de la mano de las universidades españolas, a través de un programa de asesoramiento internacional llamado IMP (del inglés, International Mentor Program).

En el año 2014 el programa IMP partió con un programa piloto en 5 universidades, 22 españoles en el extranjero del área de la biomedicina y 78 alumnos. A día de hoy ha colaborado con el 25% de las universidades españolas, creado una red de casi 200 profesionales altamente cualificados (de las áreas de biomedicina, ingeniería y economía) y potenciado el desarrollo profesional y científico de más de 3.000 alumnos universitarios. Este es un dato importante ya que permite que se promueva un asesoramiento y transferencia de información más inclusivo en la geografía española. No es raro encontrar por los pasillos de las universidades de Harvard y del MIT a estudiantes de muchos países donde todo su talento parece provenir de una o dos universidades, favoreciendo el elitismo y la exclusión de oportunidades a muchos estudiantes con talento que no han tenido las oportunidades económicas desde el principio. En muchos casos el problema no es meramente económico sino de información que permita a estudiantes de otros centros conocer el camino y confiar en sus posibilidades.

Como cuenta Zafira Castaño, co-fundadora y presidente de la Fundación IMFAHE, todo empezó hace más de tres años cuando como investigadora del departamento BWH/Harvard University, recibía a estudiantes extranjeros en su laboratorio mientras otros españoles con mucho talento no lograban acceder. Después de analizar la situación se dio cuenta de que les faltaba orientación y saber venderse: cómo realizar su CV, sus cartas de presentación y encontrar los contactos necesarios. Como ella, había muchos españoles en el mundo intentando ayudar a los estudiantes de su país, pero no existía una plataforma segura para hacerlo y para potenciarlo. Así nació el programa IMP, basado en una plataforma de españoles altamente cualificados que desean ayudar a su país y estar en contacto con el mismo, aportando conexiones y nuevas visiones desde el extranjero.

Los resultados del IMP han sido presentados este año, como se viene haciendo desde 2015, en la Universitat de València. Con el apoyo de profesionales en el extranjero, estudiantes, universidades, Comisión Europea, embajada de EEUU en España, Banco Santander, Secretaría de Inmigración e inmigración del gobierno de España y CICUE, se discutieron a principios de julio las directrices a seguir en este innovador proyecto mundial destacado por la prestigiosa revista Nature Biotechnology. Durante el encuentro, Alfredo Albaizar Fernández, director de relaciones institucionales de Santander Universidades España comentaba que “el talento es una divisa que no se devalúa y crea dividendos”. Y desde la Generalitat valenciana, Gustavo Zaragoza Pascual, director general de análisis, políticas públicas y coordinación, resaltaba que “formar el capital humano es una palanca para el cambio socio-económico”.  Una especie de efecto Matthew, donde el talento atrae al talento. Para el Vicerrector de Internacionalización de la Universidad de Valladolid, José Ramón-González, “los estudiantes con talento necesitan incentivos y ser asesorados por otros que hayan recorrido antes el mismo camino y constituyan una referencia. Así el programa tiene un efecto multiplicador”. E Isabel Durán, de la Universidad Complutense aludió a la estrategia del estado 2015-2020 para internacionalizar las universidades españolas y la importancia de programas de talento. En definitiva, fomentar la circulación de talento con base en la estructura de recursos humanos creada ya con el programa IMP.

Pero, ¿cómo funciona una red de talento que asesora a estudiantes, promueve la circulación y atracción de talento, y fomenta colaboraciones internacionales?

Joanne Kamens, co-fundadora de la asociación de mujeres en Ciencia (AWIS) y CEO de la empresa Addgene, comenzó hace años una red de mentoría en su compañía e inspiró a la fundación IMFAHE para crear su programa. Para Joanne, este asesoramiento tiene múltiples ventajas. Primero ayuda a los estudiantes a tener confianza en sí mismos y a no minusvalorarse, les da una conciencia del amplio abanico de posibilidades que tienen por delante. Y, a su vez, les ayuda a encaminarse, fortalece sus habilidades de liderazgo y gestión, ayudándoles a descubrir la verdadera potencialidad de su talento y las mejores maneras de desarrollarlo. Además, les da destrezas profesionales que les permiten comunicar mejor, escribir mejor sus solicitudes y algo muy necesario en muchos entornos: “saber venderse”.

María Soriano-Carot, también cofundadora de IMFAHE y del programa IMP, explicó algunos de los procedimientos y estándares que se utilizan. A principios del año académico, se realiza un emparejamiento entre mentores (españoles en el extranjero altamente cualificados) y estudiantes (de últimos años de carrera, máster y doctorado) según sus disciplinas y sus habilidades, lo cual permite un mejor asesoramiento. A continuación, se lleva a cabo el lanzamiento on-line del programa, con conexión a 3 continentes del mundo, donde se explica el programa a los mentores y a aquellos estudiantes seleccionados en sus universidades.

Durante un año académico, el mentor y el estudiante deben tener al menos 5 videoconferencias de una hora e intercambio de emails, manteniendo toda la comunicación en inglés. En ese tiempo trabajan orientación laboral, cómo mejorar el CV o las cartas de presentación, ensayan presentaciones o entrevistas de trabajo y reciben consejo a la hora de buscar trabajo. El mentor realiza labores de coaching donde hace preguntarse al estudiante cuáles son sus objetivos profesionales y personales, pero dada su experiencia y trayectoria y la larga duración del asesoramiento, también da consejos en momentos puntuales que puedan ayudar al estudiante. La colaboración estrecha entre el mentor y el estudiante es fundamental como muestra un estudio de 2015, donde se demostró que el impacto del asesoramiento sólo se mantiene efectivo cuando la relación entre ambos se mantiene cercana. A lo largo del año, IMFAHE convoca Becas de Excelencia (26 hasta el momento) para que aquellos alumnos interesados puedan acceder a los centros más prestigiosos del mundo. Estas Becas de excelencia son de corta duración (2-3 meses), tiempo suficiente para poder conocer el entorno de estos centros de prestigio, nuevas referencias y entrar en contacto con ecosistemas de talento. Hasta el momento el 70% de los estudiantes que han recibido las becas de excelencia IMFAHE han sido acogidos por la Universidad de Harvard, el MIT, Karolinska Institute o Amadeus.

Además del asesoramiento, otros tipos de proyectos, implementados por la Fundación son el de IMFAHE Science 2.0, donde se acercan a España las tendencias en tiempo real sobre investigación, educación y desarrollo profesional a través de conferencias en las instituciones colaboradoras*. Se fomenta así la transmisión de conocimiento, colaboraciones profesionales o acuerdos de investigación entre España y el extranjero, además de reconocer y poner el valor a los profesionales con talento que por el desarraigo natural han perdido las conexiones. La red internacional creada puede influir muy positivamente en la visibilidad internacional del talento español y aquellas instituciones españoles, que cada día apuestan más por la innovación y el talento. En definitiva, ya son muchos actores los que se han dado cuenta que lo que se necesita en España son cerebros y talento pero para ello también hay que formarlos y asesorarlos. En este país hay mucho diamante en bruto y qué mejor para pulirlos que aquellos convertidos ya en joyas españolas internacionales que además quieren volver a brillar en su tierra.

 

*Instituciones colaboradoras con IMFAHE (2015-17): Universidades de València (nódulo coordinador en España), Valladolid, La Laguna, Europea Miguel de Cervantes, Oviedo, Autónoma de Madrid, Carlos III de Madrid, La Rioja-Zaragoza-Lleida-Publica de Navarra (a través de Campus Iberus), Politècnica de València, Navarra, País Vasco, Politécnica de Madrid-Complutense de Madrid (a través de Campus Moncloa), Sevilla-Málaga (a través de Campus Andalucía TECH), Internacional de la Rioja, and Politécnica de Cataluña. Asti Technologies, Fomento San Sebastian, Comisión Fulright, Fundación General de la Universitat de València, Harvard University, Amadeus North America, SUNY, MIT, The University of Texas, Karolinska Institutet, University of Sao Paolo, Moffit Cancer Center, Memorial Sloan Kettering Cancer Center, University of Wisconsin

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